El mal que nos atormenta no está en el lugar en que nos encontramos, sino en nosotros mismos. Estamos sin fuerza para soportar cualquier contrariedad, incapaces de tolerar el dolor, impotentes para disfrutar de cosas agradables, siempre desconectados de nosotros mismos.
Séneca, De tranquillitate animi.
Está claro que la palabra depresión nos es familiar a todos por el hecho de que se ha popularizado mucho en los últimos tiempos.Por una parte es bueno y está bien que la gente hable libremente de sus emociones sin tabúes y sin sentir vergüenza por ello, pero por otro lado tenemos el inconveniente de que se le da un significado a la depresión de estar triste o desanimado y eso sería simplificar mucho la cosa. (más…)
He decidido compartir fragmentos de libros que no me dejan indiferentes, libros que en un sentido u otro me ayudan y nada tienen que ver con los tan populares libros de autoayuda. Todos tienen cabida en las estanterías, pero para las mías prefiero estos. Grandes hombres, grandes libros.
Es imposible no leerse este libro «Confianza en uno mismo» de Ralph Waldo Emerson, cuando al hojearlo, abres por la página justa en el momento justo. De esta forma, ésta página me ha quedado impresa y me ha impulsado a leer un libro muy recomendable. Y siguiendo en su lectura encontrarás esto:
Hay un momento en la formación de todo hombre en que se llega al convencimiento de que la envidia es ignorancia, y la imitación un suicidio; que un hombre debe tomarse así mismo como la porción que le ha tocado en suerte, para bien y para mal; que aunque haya abundancia de bienes en el ancho mundo, no obtendrá más grano de trigo para alimentarse que el que él mismo se haya esforzado en cosechar en el bancal de tierra que le ha sido dado
Las cosas buenas no necesitan explicación, lo lees, te llega, te captura.
Las estaciones del año ya no son lo que eran, pero esa es la naturaleza de las cosas: ser vistas sólo una vez mientras suceden… John Ashbery
Me inquieta y me sorprende al mismo tiempo que aún persista la idea de que para poder solucionar un problema tenga que lanzarme al pasado a buscar. ¿Buscar qué?, qué se yo, un algo, una pista, un entender (fuera de tiempo se podría decir), un entender con otros ojos.
Y esto se parece más a una técnica de tejido y calcetado infinito, como la de Penélope. Pero con la diferencia de que ella lo hacía para poder postergar y esperar y este es un objetivo distinto al de las personas de carne y hueso que lo único que quieren es solucionar.
Y para solucionar está el presente, que es lo único en lo que podemos actuar y modificar sin tener que recurrir a la memoria. Memoria que por otro lado ya hay más de una investigación que nos dice que no es literal, infalible, precisa.
Nos lo dice la ciencia y para los románticos nos lo dice la poesía:
Tiempo presente y tiempo pasado están ambos quizás presentes en el tiempo futuro, y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado. si todo tiempo es eternamente presente todo tiempo es irredimible. Lo que podría haber sido es una abstracción y permanece como posibilidad perpetua solo en un mundo de especulación. Lo que podía haber sido y lo que ha sido apuntan a un fin, que es siempre presente. Las pisadas resuenan en la memoria bajando el pasillo que no tomamos hacia la puerta que nunca abrimos a la rosaleda. Mis palabras resuena así, en tu mente. pero con qué propósito Removiendo el polvo en un cuenco de pétalos de rosa. No lo sé.
T.S. Eliot- Burt Norton
Sin olvidarnos de la filosofía:
Buscar un significado a la historia es como buscar formas reconocibles a las nubes. John N. Gray
Claro que esta es mi opinión después de tantas evidencias, y puedo estar equivocada, pero por si acaso me cuido de no entrar en laberintos que no tengan salida. Cada cual decide, esa es nuestra verdadera condena.